Vamos a examinar más de cerca los datos obtenidos y a extraer de ellos unos consejos que pueden ayudarte a ti, y a tu organización, a poner en marcha una exitosa gestión del cambio.
Todo o nada: Entendiendo la digitalización como un concepto global
El primer problema fundamental para cualquier empresa reside en comprender culturalmente la transformación digital. En concreto: Los responsables y los empleados deben entender que la digitalización va mucho más allá de la introducción de nuevas tecnologías o de llevarse los datos a la nube. La transformación digital requiere también un cambio mental. Se trata de una estrategia digital que tiene que entenderse y ponerse en marcha en todos los niveles. En esta situación, temas como el Big Data o la Industria 4.0 atañen al futuro de todas las empresas, ya sea que fabriquen destornilladores o cedan trabajadores especializados. En el panorama de las start-up, vemos nuevos actores apareciendo y sacudiendo el mercado todos los días. Su oferta está relacionada con la idea de ofrecer servicios completos de gestión de activos sin que tengas que separarte de tu mesa, y todo ello a través de una plataforma online controlada por algoritmos inteligentes. Estos son servicios que antes ofrecían los bancos tradicionales, que han sido sobrepasados por sus nuevos competidores.
El mejor indicador de progreso: La opinión de tu equipo
En muchos casos, el estudio identificó enormes diferencias de percepción en el escalafón: Mientras el 40% de los responsables consideraban que en la empresa ya existía una cultura corporativa digital, solo el 27% del resto de los empleados pensaban lo mismo. Por ello, es importante no subestimar a los equipos: Al igual que ocurre con los clientes, ellos son los que trabajan con los asuntos relacionados con la digitalización, y eso les da una posición para juzgar el avance de la transformación. Si has establecido una estrategia adecuada, tu equipo lo sabrá. Hasta que llegues a ese punto, interactuar con los compañeros es de gran ayuda. Pedir opinión o hacer encuestas puede servir para saber si los empleados perciben algún avance. Algunas empresas incluso otorgan puestos en su consejo de dirección dependiendo de las opiniones de los empleados: En la empresa suiza de tecnologías de la información Umantis, el puesto de CEO no se asigna a dedo, sino que se obtiene mediante voto democrático de los empleados. (Ver nuestro artículo: “
De jefe a coach”).
Todos hablan de innovación, pero ¿cómo ponerla en marcha?
Hoy en día no hay prácticamente ninguna empresa que no se defina a sí misma como “innovadora”. Sin embargo el estudio muestra una realidad muy diferente: Solo el 37% de los empleados que fueron encuestados creen que su empresa tiene una cultura de la innovación. Es alarmante, porque la innovación no es un término de moda, sino una condición necesaria para sobrevivir en el mundo de los negocios del mañana. Hay que tenerlo en cuenta y abrir la oportunidad para iniciar proyectos inusuales. Más en concreto, crear una cultura que no busque solo éxitos a corto plazo, sino que también experimente. Los pequeños tropiezos son los que abren camino a las grandes cosas del mañana. El caso más notorio es Google, una empresa del holding Alphabet Inc., que trabaja día a día en proyectos impresionantes, que ellos mismos describen como “viajes a la Luna”. Así, por ejemplo, es como se desarrollaron las Google Glasses, un proyecto que costó una fortuna y que finalmente fue abandonado.
Posibilidades sin límite requieren departamentos sin límite
Llegará un momento en el que miremos hacia atrás, pensando en cómo era la vida en la oficina, a un tiempo en el que cada departamento tenía sus propios espacios, con puertas que protegían lo que parecía un mundo extraño en el que solo se entraba, con cuidado, de vez en cuando. Hoy en día está claro que ninguna empresa puede permitirse continuar sin las sinergias que aparecen al sobrepasar los límites de equipos y departamentos. El estudio identifica también aquí unas carencias considerables: Solo el 41% de los empleados encuestados ve una cultura de cooperación en su empresa. Muchos se sienten más aislados que integrados. En el contexto actual es importante crear un ambiente de interacción y cooperación, y no solo en términos teóricos, sino prácticos, porque el diseño del espacio de trabajo juega un papel decisivo en promover la cooperación. Muchas empresas están ya avanzando en la buena dirección con oficinas diáfanas, espacios de trabajo móviles y zonas creativas. Algunas empresas permiten que sean sus empleados los que decidan sobre el espacio de trabajo, si quieren que sea una cafetería o un salón o la terraza; es algo irrelevante en tanto los resultados sean buenos.
Las recompensas traen recompensas
Nuestro consejo final llega desde los mismos cimientos de la psicología: hay que premiar la conducta que se desea promover. Si quieres que tus empleados colaboren en crear el futuro de la empresa, asegúrate de que lo hacen estando de acuerdo con ello. Acordando los objetivos e incluyendo aspectos de la digitalización en los bonus e incentivos estarás creando una motivación para tus empleados. Un efecto colateral positivo es que expresarás de forma visible que es un asunto que te tomas en serio. Tus equipos sentirán que están trabajando en una empresa progresiva y con una visión clara.